Desde hace ya algún tiempo nos están bombardeando con la máxima de que “la cultura esta en crisis. Necesitamos protegerla, la piratería esta acabando con la cultura....” etc.
Y después aparecen los datos sobre afluencia de espectadores y nos sorprende el gran numero de ellos, cada vez se esta creando más y mejores obras culturales, las inquietudes y moviemientos sociales son mayores y más claras... Entonces, porque nos dicen que la cultura esta en crisis? La respuesta esta en tener claro la dicotomia existente dos conceptos; “Cultura” y “Industria Cultural”, ya que si alguien esta en crisis es la industria cultural, sus grandes margenes de beneficios,... la batalla real se encuentra en la protección de los derechos de propiedad.
Se esta produciendo una popularización de la cultura, tanto en la creación como en el consumo, gran noticia a priori. Ahora bien, el problema surge cuando Internet y los cambios tecnológicos, cambian las reglas de juego preestablecidas; el soporte físico ya no importa, deja de utilizarse, y se empieza a ver que muchas fases intermedias del proceso, ya no son necesarias.
Es aquí donde a parece en escena, las instituciones públicas y las reformas legislativas en pro de ayudar y evitar la catástrofe de tan importante sector; el cultural. Eso si, la industria prefiere forzar y presionar a los poderes públicos para aumentar el control privativo de la cultura (el canon digital, la Ley Sinde), en lugar de adaptarse al cambio tecnológico y implementar otro enfoque de negocio que sea más eficiente a provechando dichos avances; lo que se pretende es para el tiempo, parar la evolución para mantener un modelo caduco que se ha demostrado inútil e inoperante.
El porque de las resistencias “al cambio”, fácil. Miedo a lo desconocido, hay que invertir, reducir margenes de beneficios,... y frente a este panorama y como muy bien dice un dicho en mi tierra: “quien este bien, que no se mueva.”
Así entendemos que se resisten a perder el poder que tenían, el control total sobre la producción cultural y los beneficios que esta generaba; con políticas de escasez y exclusividad, con el control de la distribución, la publicidad y la promoción de los hijos predilectos,... No les interesa cambiar, con lo que ello supone; fuertes inversiones, otros modelos, eliminar la estructura jerarquizada, reducir los margenes bestiales de beneficio; en definitiva perder el control de la gallina de los huevos de oro. Ya que la industria clásica se centra única y exclusivamente en el beneficio, en los ingresos y les da igual la creación, los artistas y sus obras. No están por la labor de trabajar en un espacio más democrático, donde le poder lo tiene el consumidor; nos hemos vuelto locos ¡¡¡¡ Hay que hacer lo posible para que el rebaño sea el rebaño, y que el opio del pueblo no este en manos del pueblo, porque si no, que sentido tendría la mayor parte de la industria cultural actual. Para mi, actualmente, ninguno.
http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/introduccion-en-un-concepto-tradicional.html
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