Segunda generación de Burbujas Digitales: web 2.0 Empezaremos intentando explicar que entendemos por “burbuja económica”: seria la situación donde se produce una subida sustancial del valor de las acciones de alguna empresa en concreto, todo ello provocado por una clara especulación, dejando el valor final de las mismas muy lejos de su precio real.
El efecto que esta especulación produce se ve reflejado en la compra masiva de acciones de dicha empresa a un precio muy superior al real, haciendo crecer aún más el valor de dichas acciones, produciendo el efecto “burbuja” hasta que, inevitablemente, revienta.
Tenemos ejemplos de esto, tanto en el mundo digital (la 1ª crisis tecnológica de principios del s.XXI) como en otros ámbitos, como en el urbanístico, con la burbuja inmobiliaria.
En referencia a la crisis de la primera burbuja tecnológica, existieron múltiples compañías que crearon espacios web y servicios online, que también se encontraban en ese punto de supravaloración (en miles de millones). Finalmente, como era de esperar, la burbuja terminó reventando, haciendo quebrar y desaparecer a muchas de estas empresas.
Hoy en día, todo y no verse este final, si que se aprecian indicios de las primeras fases;
desde la supravaloración de muchas empresas, todo y no parecer muy rentables en sus cuentas finales. La encontramos en la tasación de muchas empresas; youtube, groupon, facebook, twitter,...
La aparición en escena de movimientos mercantiles; compra-venta de estos servicios, inversiones muy elevadas por parte de los inversores de capital de riesgo, que todo y la situación, invierten en el sector, en mucha empresas, que según sus resultados no son rentables. (Como el caso de Facebook con las aportaciones de Goldman Sach)
En estos momentos la madre de todos los corderos se denomina Google, es el tendón de Aquiles de las web 2.0; mientras este aguante, parece no peligrar la denominada burbuja 2.0.
Otro ejemplo de buenas prácticas en el mundo virtual y dentro de las denominadas web 2.0 lo encontramos en el proyecto Spotify.
A Spotify, lo podríamos definir como el servicio para escuchar música vía streaming (sin descarga) que ha revolucionado (al menos en Europa) la forma de consumo musical de la mayoría de internautas.
La empresa nació en territorio sueco, allá por el año 2006, gracias a la visión de Daniel Ek y Martin Lorentzon, quienes tuvieron claro desde el principio que la industria musical tenía que cambiar.
Con una biblioteca musical de más de 10 millones de canciones, ofrecidas de forma gratuita* y con el único inconveniente de cierta publicidad, gracias a los acuerdos realizados con la mayoría de las principales discográficas (Sony, EMI,...)
Dentro del sistema de acceso de los usuarios, la plataforma nos da elegir entre diferentes opciones, con sus pros y sus contras (gratuidad, publicidad, pago,...) Así podemos encontrar;
opción Free; que permite escuchar música de forma gratuita, con el inconveniente de sufrir cierta publicidad, tanto sonora como gráfica.
Opción Unlimited; con un coste de 4'99€ al mes, elimina toda la publicidad, además de disponer de la opción de cargar música propia a la aplicación.
opción Premium; el servicio más avanzado, con un precio de 9'99€ al mes se puede acceder a todo el catalogo de canciones, sin restricciones y con la posibilidad de utilizarlo de diferentes dispositivos móviles.
Spotify, ha evolucionado y ha ido adaptándose a las necesidades y las exigencias del mercado musical, con todo lo que ello implica. Así vemos que desde la inicial opción de que solamente se podía disfrutar del servicio gratuito sin ningún tipo de límite, era previa invitación. Se evolucionó, y se eliminó la exigencia de la invitación para pasar a un modelo donde se limitaba la gratuidad, hasta un máximo de 20 horas de escucha, con la consiguiente publicidad incrustada.
Finalmente, la última modificación o restricción (condicionada) en la plataforma, que se aplicara a partir de hoy 1 de mayo de 2011 ha sido limitar aún mas la opción Free, rebajando el limite temporal a 10 horas de escucha, y con el impedimento de poder reproducir la misma canción un máximo de 5 veces. Exactamente, las nuevas limitaciones las podemos leer en su blog oficial, y son que:
A partir del 01 de Mayo, cualquier usuario de Spotify Free o Open con más de seis meses de antigüedad (es decir, aquellos registrados antes del 02 de Noviembre de 2010), solo podrán escuchar gratis hasta 5 veces cada canción de su catálogo.
A partir de ahora se aplicará una restricción a todos los usuarios gratuitos de 10 horas mensuales de música, un equivalente a aproximadamente 200 canciones o 20 álbumes.
Todos los usuarios Free o Open creados después del 02 de Noviembre del 2010 gozarán de nuestro servicio actual por seis meses. Transcurridos esos seis meses también sufrirán estas limitaciones.
Ahora bien, nada es por nada, y todo parece estar unido a una de las condiciones acordadas por la compañía y las grandes discográficas para preparar su inclusión en el mercado estadounidense.
Lo que pone de relieve que hacer rentable un negocio como Spotify con la publicidad y con las suscripciones, con el handicap de que sólo paga uno de cada diez usuarios, no es fácil y menos aún con los actores presentes en el espacio musical y de consumo digital.
El peligro al que se pueden enfrentar es que muchos de sus usuarios huyan en desbandada a otras alternativas gratuitas como Grooveshark. (con ocho millones de usuarios, pero con problemas legales con las discográficas y con desplantes de las grandes plataformas de aplicaciones móviles, como Apple y Google) o motores de búsqueda musical sencillos y rápidos como Fizy (con más de 75 millones de archivos musicales indexados y soportando mas de 25 idiomas)
Podría ser esto el principio del fin de otro grande de la música en Internet. Porque, ¿a alguien se acuerda de AudioGalaxy?
http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/04/semana-8.html
I am really greatfull to you as you shared this.I am recently developing an app which is you might be interested to look on it :open spotify
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